Pieza basada en una pintura de la propia clienta, adaptada para ser llevada al tatuaje. Hecha en 2 sesiones.
En la foto en que la pieza se ve completa, la parte de arriba está totalmente cicatrizada.
En las fotos de detalle, se pueden apreciar las líneas rotas y la fluidez de los colores, que se mueven dentro y fuera de las flores sin tener que respetar las reglas de un tatuaje más realista.